lunes, 22 de abril de 2013

Todos quisieran desaparecer

 Los ojos no pueden ser espejos, sus cerebros son como cojines, apulañándolos yo, cortándolos yo por la mitad, se sale el relleno como vísceras grises mal teñidas de colores, voy triturando las lenguas de las paredes y etiquetas, no me llamo ni me visto para nadie, no nazco ni muero por nadie, no soy nada y tú tampoco, no soy nadie y tú tampoco, cansancio me das gente, gente que ríe, gente que finge, gente que es -dice ser-, nadie es nadie, nadie es nadie, nadie es nadie y nadie te conoce, nadie me conoce, yo no me conozco, somos átomos desintegrables caminando por el mundo, nada más allá verás, ni ves, ni has visto, de las luces de la ciudad al universo en los ojos, vomito que te calles, sangro que te calles, cállate conchetumadre, contra el piso las sombras, yo soy yo y no sé quién es yo, ojalá no llegaran nunca más, nadie quiere llegar, ni sentarse a la mesa, pero el mundo sigue, las carreteras no caen, los cigarros se consumen, debes respirar y elegir, ¿y si yo me saco los ojos y los cuelgo en el umbral? ¿si al fin me abro el estómago y el útero?¿si destapo mi cerebro y lo desparramo por el suelo, lo pisoteo como a un vil insecto? yo veo las cortinas rajándose, la ropa deslihachándose, los vidrios estallando, los autos chocando, las esquinas se hacen círculos y remolinos, y grito algo que nadie entiende,  y digo cállate, y escuchamos el silencio.

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