Eso, así se hace, tomaba realmente fuerzas al contemplar el limpio recipiente listo. Si he de autoimponerme algo, ha de ser esa fuerza para despotricar contra esa maraña repulsiva con absurdo miedo que marcaba un vacío, falso vacío, resultó ser un montaje pérfido a modo de sustancia execrable.
Nada de ojaláses, es que nada de esperoses ni quizases o asideberiaseres, no hay nada más que yo a lo que asirme. Estos sesos colorinches entre mis dedos y desparramados sobre algún suelo, son los cadáveres de mi propia condena, y el grito feroz para cualquier ahora y después.
He tomado la irrevocable decisión de solo ser, tal así quiera y, me quiero.
*Esa libertad siempre latente, la de uno mismo sobre uno mismo, que despegue y le trabajo su piso. Tantos años, y solo uno se entrega la condición. No es puro volar, es a veces caer y pararse, pero caer y luego pararse, no pararse al margen, viendo como se deshilacha la vida misma. Trabajo su piso, trabaja su piso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario