viernes, 29 de junio de 2012

Pájaro azul

Charles Bukowski

hay un pájaro azul en mi corazón que
 quiere salir pero soy duro con él,
 le digo quédate ahí dentro,
no voy
a permitir que nadie te vea.

 hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima
y me trago el humo de los cigarrillos,
 y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
 nunca se dan cuenta de que esté ahí dentro.

 hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
 pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que
quieres hacerme un lío?
¿es que quieres
 mis obras? ¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
 en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón que
 quiere salir pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
 a veces por la noche
 cuando todo el mundo duerme.
 le digo ya sé que estás ahí,
 no te pongas
 triste.

 luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
 morir del todo
y dormimos juntos
 así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
 a un hombre, pero yo no
 lloro,
¿lloras tú?

domingo, 17 de junio de 2012

Chao no má

-Esa foto refleja el final triste de Amelie, quiero decir, como si no hubiese conseguido su final feliz...
-Jajajaj
Sí ríete, encuéntralo sin ninguna relación, sin embargo hay cosas que debes recordar y olvidas...
Como que la película Amelie puede tener muchos clichés lindos que cansan más allá de la primera instancia de la adolescencia, pero aquel viejo de huesos de cristal sabe bien lo que dice, y que deberías tenerlo más presente. Es que aunque sea para la risa, esa parisina ficticia tiene ciertas cosas terribles en común contigo.
Deja de pensar y mirar distante cuando podrías actuar, sin embargo, el otro ser no ha corrido escaleras ni buscado de fotomatón en fotomatón - o es lo que se ve - lo más probable es que solo haya querido una fácil coincidencia o una avasalladora actitud de fémina que siempre cree que todo lo puede, pues al carajo con quien no se toma el tiempo de conocer que hay tras tu mirada, en verdad nunca le importó de verdad, así no vale la pena, por más besables que sean sus labios y por más interesante -por conocer - que sea su mentalidad.
Nunca más si quiera lo imagines, nunca más quieras saber cosas sin que te las digan - en lo que a este tema respecta - Sé que son palabras lo suficientemente claras para ti misma.
Y eso, sigue tu plan de acción, pero solo para ti, para obtener la seguridad que anhelas de ti, y en verdad no volver a caer en ciertos rasgos de Amelie.
Y chao no má.





sábado, 9 de junio de 2012

El Regurgitar del vacío autoimpuesto

Unas cuatro paredes con su abrasadora oscuridad sostenían en el centro de algún espacio una escena particular, yo, yo misma destapando la cabeza de un animal (quizás un cerdo), arrancándole con una cuchara figurines y fideos de miles de colores flúor, sin embargo, en una fracción de segundo el horror por lo que implicaba el hecho me tomaba por completo, y enseguida tornaba la situación a algo mucho más aceptable por mí, pues, yo misma vaciaba mis coloridos sesos con la misma cuchara, como si mi cabeza fuese un frutero sobre alguna mesa, me aliviaba cada vez más lanzando el burdo contenido por sobre mi hombro, con una gran sonrisa y risa y risa que se me entresalía.
Eso, así se hace, tomaba realmente fuerzas al contemplar el limpio recipiente listo. Si he de autoimponerme algo, ha de ser esa fuerza para despotricar contra esa maraña repulsiva con absurdo miedo que marcaba un vacío, falso vacío, resultó ser un montaje pérfido a modo de sustancia execrable.
Nada de ojaláses, es que nada de esperoses ni quizases o asideberiaseres, no hay nada más que yo a lo que asirme. Estos sesos colorinches entre mis dedos y desparramados sobre algún suelo, son los cadáveres de mi propia condena, y el grito feroz  para cualquier ahora y después.
He tomado la irrevocable decisión de solo ser, tal así quiera y, me quiero.



*Esa libertad siempre latente, la de uno mismo sobre uno mismo, que despegue y le trabajo su piso. Tantos años, y solo uno se entrega la condición. No es puro volar, es a veces caer y pararse, pero caer y luego pararse, no pararse al margen, viendo como se deshilacha la vida misma. Trabajo su piso, trabaja su piso.