domingo, 19 de septiembre de 2010

Espectáculo de luces y sombras

Se anda diciendo que Chile cumple 200 años, se festeja con alevosía, pero en mi opinión se exagera bastante, todo esto es un montaje.
Tengo varias cosas que criticar a este bicentenario, partiendo porque es la fecha equivocada o el epíteto equivocado, ya que no se festeja los años de vida independiente, si no el día de la junta de gobierno, no es lo mismo...
Fuera de lo semántico o histórico  de este bicentenario, hay situaciones que causan mi molestia:
Partamos por lo común vulnerable a la crítica y veré como se desenvuelve este escrito…
El Gobierno...Me parece que intenta hacer las cosas bien, es decir, intentan quedar bien en lo posible (en lo mentible). En educación se gestó un avance con el asunto de las becas para quienes quieran estudiar pedagogía y tengan buen rendimiento en la PSU ¿Pero qué hay de las otras carreras? ¿Qué hay de la brecha entre los puntajes PSU según lo socioeconómico? ...
A
los mineros atrapados en la mina se les está prestando ayuda eficiente, sin embargo se está sobreexplotando la situación de infortunio y la imagen caritativa, la gente cae redondita y se dispone a amar al ministro de minería solo porque las cosas se dieron de tal manera que él estuviese presente para encargarse del problema, lo cual es su deber. También está el tema de la hidroeléctrica en punta de Choros, desistir del proyecto fue una excelente gestión, pero me pregunto cómo habría sido si la gente no se hubiese enterado por Internet del problema, y si no se hubiese difundido la información y descontento que no mostraron otros medios de comunicación, si no fuese porque a la Internet no la pueden parar, nadie se entera, nadie reclama más que los lugareños – que jamás son escuchados – y hubiesen desistido del proyecto? Sería bonito pensar que sí.
Bueno, me da la impresión de que se festeja Chile solo porque es una excusa para "carretear" y emborracharse, a mucha gente - no toda- no le interesa lo que ocurre, no sienten dentro del corazón la tierra, no siente la historia, solo quieren festejar, muchos ni ven que es lo “festejable", esto es una indiferencia que radica en el fracaso de los ideales y la llegada del neoliberalismo económico, falta de educación, falta de valores - y no hablo de valores cristianos -, simplemente siento que la gente antes era mejor, y en sí se avala la indiferencia, el gobierno mantiene feliz al "populacho" y se vanagloria de hacer las cosas bien mostrando un montaje no poco costoso de luces, ¿pero qué hay detrás de tantas proyecciones de figuras? yo vi la basura que quedó después, la que limpiaron solo porque al otro día se colocaba la bandera gigante que a nadie le sirve, una de las inversiones que dejan la boca abierta lista para meter el dedo, porque es espectacular, y más que el espectáculo, todo me parece estar hecho de luces ilusorias en este país, luces vulnerables a la oscuridad.
Para qué mencionar la parafernalia y engaño en base a los sentimientos que se armó por el terremoto y “Chile ayuda a Chile”, ese dinero se necesitaba, se juntó y desapareció, y nadie parece darse cuenta de que para todo el dinero que se juntó no llegó nunca la ayuda necesaria y de a poco los medios de comunicación fueron olvidando el tema y así quedó la gente en casas pésimamente hechas, al menos pasó lo más feo del invierno, este invierno.
Pero tal parece que a nadie le importa, solo importa festejar y asombrarse con un montón de luces de extranjeros – para festejar la chilenidad- un gran show masivo que poco de la historia enseñó, y poco del arte chileno destacó, menos que eso fue como un remix hip hop-tecno de Neruda y violeta, olvidaron a Víctor Jara, ese día se cumplía un año más del día que lo acribillaron aquellos monstruos, ignoraron toda una parte de la historia de Chile, parecía que les contaron a grandes rasgos de qué se trata Chile, recortaron unas imágenes de un libro de historia y las proyectaron, destacando demasiado el catolicismo como si hubiese sido lo mejor que llegó a Chile – no digo que haya sido totalmente malo, pero lo cierto es que no llegaron precisamente puros santos a salvar a los "incivilizados" indios - , apenas se destacó la naturaleza del país, si fue hermoso aquello de las ballenas y su canto acompañado de música similar a la de Danny Elfman, pero faltó, y en ese gran espectáculo que se fue en pura fantasía animada se gastó demasiado dinero, fue contratado por el gobierno, a nadie le importa el dinero fiscal que se gaste en un espectáculo con tal de asombrarse, a nadie le importa que aun haya gente en regiones con graves problemas de dinero y vivienda por el terremoto – no solo el reciente, también el del norte -, menos se preocupan por los mapuches que viven en la injusticia por el poderoso, por el contrario, se esmeran en hacerlos parecer delincuentes por luchar por las tierras que les pertenecen, a todos se les olvida todo eso, pues hay tanto que celebrar, no importa lo malo de la educación en muchos colegios, lo sucio que se ve en muchas partes Santiago, la comida que les falta a algunos niños, las pocas oportunidades de destacar y surgir, ¿nada importa no? Hay que asombrarse del gran espectáculo de luces superficiales, más me emociona y más dicen para el país una guitarra y letras líricas que un remix teconológico y fuegos artificiales, pero no se le da suficiente cabida, porque la gente no debe pensar, debe asombrarse y creer que todo está perfecto, creerse la Inglaterra de Latinoamérica y discriminar a los países hermanos.
Está bien –excelente - festejar, pero a la vez uno debe saber qué festeja y que debe reclamar, - tenerlo presente – uno debe cuidar los espacios, debe exigir lo que corresponde, debe conmoverse con lo propio, debe querer la patria de verdad, se entiende que los fuegos artificiales se vean lindos y a muchos les emociona verlos, pero sería realmente emocionante si pudiésemos festejar un gran y real avance en tantas cosas que el país es deficiente y parece que aun le queda un buen tiempo para seguir así, la gente se deja manipular porque no sabe sus derechos, se le acostumbra a no pensar, se les permite detestar lo que enseñe, al menos la gente cambiara…cuándo podrá ocurrir…hoy debido al libre comercio existe una oda al plástico y a lo gringo- hasta los volantines provienen hoy de China, son plásticos y dañan el medio ambiente -, nada se cuida, la gente bota los envoltorios a la calle y nadie se molesta en corregirlo, la gente bota basura y animales en lugares rurales...tanta educación que falta, no está el tiempo justo para preocuparse de aquellos "detalles" todo es muy rápido, porque la sociedad es decadente gracias al postmodernismo, vale lo que vende, tampoco hay tiempo para ideologías – y no es propio de este gobierno, la concertación no lo hizo mal olvidando las ideologías - pero es cierto hay mucha gente que vale, podemos llenar algún estadio quizá con toda la gente de la zona central que cuida la tierra, que tiene cultura, valora lo realmente bueno de Chile, pero solo un estadio, el resto está en la humildad de regiones, porque sí hay muchísima gente pobre y humilde buena, pero otro porcentaje “gracias” al capitalismo opta por adorar los ideales norteamericanos y todo lo que parezca brillar, y son capaces de robar por alcanzarlos, algunos también roban para vivir, otras personas – no necesariamente de escasos recursos – roban porque sí, otros por egoísmo y codicia – pan de cada día de la historia - , y otros no roban, pero de igual manera poseen un ideal norteamericano que los hace desmerecer lo realmente chileno y bueno, pero qué es eso realmente chileno, a veces parece que no tuviésemos una identidad…
Pues antes de terminar este escrito quisiera explicar algo qué es lo que creo yo que es la identidad chilena, primero que todo no es desmerecer lo extranjero, cómo podría yo opinar algo así siendo que admiro otros idiomas y mi sueño es viajar por el mundo, no creo que sea obligarse a no admirar otras culturas, si no aceptar la nuestra, amar nuestra tierra, informarse, conocer de verdad, darse cuenta de que realmente somos desde un comienzo un país al alero de uno “más grande” que intenta ignorar su propia gente, somos un país siútico, ese arribismo a llevado al país a errores y a un crecimiento económico decadente en cuanto a valores, porque se admira una economía que se intenta alcanzar a paso presuroso, pisando tantas cabezas en el camino, se asciende de manera mediocre, tampoco digo que sea propio de Chile, es el mal del mundo, por algo fracasaron las ideologías, porque todo al fin es un cuento de poder y dinero, la gente cae ante aquello. En fin, esa mediocridad dentro de la mezcla del licuado que es la identidad chilena, es el aspecto negativo contra el que se debe luchar, esa lucha se debe destacar, la cantidad de ideales, deseos, pensamientos bellos que son capaces de sublimarse en arte, eso simple de la gente sencilla, eso gracioso en lo picaresco del "roto", lo positivo de esta diversidad que es Chile, porque se han dado las condiciones - que debieran ser aprovechadas por todos y no solo en instancias- para crear una raza amante de la naturaleza y la cultura, respetuosa de los derechos humanos, con ganas de un real progreso – no solo económico -, que entiende que Santiago no es Chile, que entiende que lo bello es diverso, que es capaz de conmoverse, no olvidar el pasado, de ser idealista y por lo mismo realista y no conformista, resistir, ser luchador, características presentes en chilenos que han ayudado a forjar lo bueno de este país y su historia.
Quiero creer que los quijotes abundaremos en un futuro.
En fin ¿qué festejamos entonces?
¿Festejamos los más de 200 años que llevan los mapuches intentando proteger su raza, su gente y su tierra?
¿Festejamos un país sin identidad? ¿Un país injusto, que mucho le falta por arreglar?
¿Festejamos por festejar?
Yo digo que festejemos por la alegría y la esperanza, pero no festejemos por este bicentenario de cartón.

martes, 14 de septiembre de 2010

Cartero de la triste figura




Un día -hace tiempo - me enteré de que en Francia hubo un hidalgo cartero que en una ocasión tropezó en su bicicleta con una piedra, le llamó la atención su forma, recordó un sueño que había tenido. En el sueño construía un palacio, gracias a esto decidió comenzar a construir un castillo con las piedras. Demoró 33 años trabajando en su oficio de día y en su sueño de noche. Finalmente terminó un castillo de 12m de ancho, 15 de largo y 24 m de alto, que hoy es el principal atractivo turístico del poblado francés, cuyo nombre no recuerdo.

Noche de arenas



Aclarando la luna y bebiendo  seca lluvia
Sobre una duna, se arremolinan arenosos los colores de mi pecho,
y las estrellas en silencio se aferran a la oscuridad,
el viento no las desprende como me duerme de la realidad
con su danza insolente, inverosímil hace a la tierra
No importa si los espejos del cielo reflejan el vuelo de las alondras
escribiendo mi deseo en lo alto de la noche
Y si la tierra se abre, caigo, descansaría en su corazón
de atavíos, simplemente sentir sin prejuicios
escuchando sus latidos de plata.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Niña en las trincheras




Niña en las trincheras 
Caminaba hacia el
sol con melodías, en sus ojos se veía la oscuridad de las sombras de los días, sin embargo caminaba hacia el sol... sus zapatitos rojos enlodados, mustias pestañas con lágrimas secas por el viento, sin embargo caminaba hacia el sol.
Leyó un
verso y se decidió:
Con
letras, pinceladas, corcheas, negritas y suspiros, unas alas de colores se tejió, así caminaba hacia el sol, con la casita de cartón, faltas, balas, gritos y diarios viejos sobre la espalda, sin embargo caminaba hacia el sol.