martes, 2 de septiembre de 2014

...

Las cosas no son, no son más que palabras sin sentido, después de ver morir una vez una flor o un gato - si se prefiere - ninguna de las palabras volverá a tener el sentido que alguna vez tuvieron. Me pregunto si yo ya tengo un hueco en el alma por el que escurren veloces los torrentes, y se pegan a sus paredes asquerosas bacterias que me muerden fuerte cada vez que me punzas con un eco, con largos ecos errados. Es que, por sentir amor me duele del alma al brazo y no puedo controlar los labios arqueados, la garganta ahogada y el cuerpo entumecido, sin ganas, sin ganas de verte y extrañándote un minuto como un día, un día como un mes, cuando te sales del margen. No hay márgenes, toda la idea que somos se derrama por el suelo constantemente, nada te pueden prometer.Vulnerable me tienes, tengo terror, tengo hastío del artificio, del artificio de las amistades, del artificio de los saberes, del artificio de los motivos para despertar, tengo vergüenza de no ser como quiero, tengo vergüenza de mi cuerpo mal nacido y mi cara sin expresión y gracia, tengo terror al diluir, a la explosión, al desgaste, con la primera certeza  estorba la segunda, amo y le temo a la muerte, de los años, de las ideas, de los apegos, de la carne, del cuerpo que satisface. Te necesito tanto que moriría por ti, porque en tus ojos todo tiene sentido, pero después de un segundo sin ellos, ya el mundo me parece voluble, y no quiero que nuestra verdad se haga voluble, no quiero aceptar que también eres voluble, y yo también. No puedo esperar nada, ni de ti, que te tenía como baluarte fijo, pero debo convencerme de mi error, cómo quisiera poder esperar algo de alguien, pero nadie existe. Ya se me olvidó eso de creerse unido universalmente a un ser, quisiera creer eso del amor, sin embargo dudo del amor, tengo miedo del amor. Qué gran responsabilidad es vivir con tanto amor dentro, qué decepcionante es sentirse frágil, qué pena me da a veces el vivir.




Aunque casi odie ahora a los beatles.