lunes, 30 de abril de 2012

Sencíllenme.

Tenían  algo bastante interno que compartir hasta altas horas de la noche, ella le valoraba  sus virtudes que le servían de excusa para esa atracción que sintió durante un tiempo.
Y se acabó, ella quiere desnudar una atracción superficial, con el miedo a lo frágil, a vulnerabilizarse sobre solo dejar ser.
Flotar - no dejarse caer.
- Me voy, te dije que me iría.
Lo improbable por lo probable, probablemente.
Su problema , esperar.
Las sombras a la espalda.
-  Esperar la oportunidad. 
Le daba muchas vueltas a algo que para los demás, es demasiado sencillo quizás, pero así sentía, así es para ella, durante el camino quizás se le vayan haciendo aquellas cosas más sencillas.




Y así me duermo.

Estoy enojada conmigo misma y con esto otro, solo porque así está la cosa.
Quiero arrebatarme con la sangre hirviendo y luego relajarme sobre una alfombra, una cama, o qué sé yo, envuelta en los brazos -de quién- para este frío.
Ningunos ojos me ayudan, todos los borraría, mientras no esté cerca de mi catarsis, todos los borraría, dejaría -pero no lejos- labios, dejaría manos, y bueno...
No me quiero fumar el tiempo, ni siquiera me lo quiero leer, con esta energía en las piernas, la boquita semi-nueva, redondos senos tan jóvenes, y todo aquello de lo que hay (es lo que hay no más po)... me iría corriendo de aquí, mandaría a la punta del cerro todo aquello importante que en verdad no es tan importante (y que se recuerda con un terremoto o algo así), sí, me iría corriendo, sola, pero mejor ocasionalmente sola (sola sola no aguanto). Igual necesito amistad, y necesitaría un alguien (como lo del primer párrafo).
Pero ahora necesito dormir, necesito llorar por nada y dormir con sabor de tedio, para despertar mejor. Al final, de todos modos paso el paso de los días bien, sonrío y olvido hasta que recuerdo. Al final igual le sonrío a él y al otro le contesto.




domingo, 22 de abril de 2012

Un secreto

Quítame la moral innata tras un momento instintivo, aunque lo quiera no lo puedo evitar. Sin embargo, lamento deber solo pasar y pasar y seguir mi camino, sin poder detenerme y arrojarte a un escondite solo para un prefacio del vuelo que podríamos tomar.
Basta con esa mirada lejana, la evito a veces por tan solo querer romper la distancia protocolar de semi-conocidos con una acción sumamente precipitada, y quizás esa impaciencia arruinaría ciertas cosas. Eventuales cosillas que desconozco aún, porque no sé nada aún. Dale, quizás no se quiera trascender en esto - o solo un poco-, pero de todas formas es probable que esperemos tener un momento. 
Al oído te diría todo en una sola corta frase, en medio de un saludo incierto.