domingo, 29 de enero de 2012

A bosque te quiero

Ay que necesito verdeárbol, y azulmar, correr desaforadamente por un manto de pasto húmedo, con bototos y barro, que estos pies se cansan del suelo firme luego, si no vuelan ya, entre tantos autores y dijo que dijo y no sé qué –y el verano –, un vuelo psicofísico a un bosque costero, el que sea su cariño don sueño, estaría muy bien…ver tanto pinos, álamos, araucarias, como inventadas especies, como sea, e inclúyame ese muchacho, para entablar conversación y filosofía coloquial-cotidiana, mientras recolecte brisas , digo yo.


y los campos de oro los dejamos pendientes eh.